Para evitar el despilfarro o ahorros mal entendidos de los recursos públicos, así como contar con mayor control y vigilancia en los egresos y permitir mayor flexibilidad y eficiencia en el ejercicio del presupuesto, el Pleno de la
Asamblea Legislativa abrogó la Ley de Austeridad y aprobó por unanimidad la
Ley de Austeridad y Gasto Eficiente para el Gobierno del Distrito Federal.
Las disposiciones aprobadas obligan a la administración capitalina a adquirir unidades con criterios de eficiencia energética y de emisiones que contribuyan a mejorar la calidad del aire y reducir los costos de operación; los vehículos no podrán rebasar el costo de 110 veces el salario mínimo mensual vigente en el DF, salvo las unidades oficiales que requieran de alguna medida de seguridad (blindaje).
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