A diferencia de los impuestos, elevar los precios no requiere de la aprobación del Congreso, sólo la decisión del Ejecutivo, dicen expertos
Ciudad de México (28 agosto 2009).-
Lo peor de la crisis, al menos para los mexicanos, no ha pasado.
Y es que, ante la magnitud del desequilibrio en las finanzas públicas y el poco margen de negociación en materia impositiva, especialistas ven inminente que la Secretaría de Hacienda instrumente aumentos en bienes y servicios públicos, como la gasolina, el gas y la electricidad.
Alejandro Villagómez, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, señaló la viabilidad de subir el precio de la gasolina debido a que la recaudación por este medio es muy eficiente, ya que es un producto con baja elasticidad, es decir, su demanda no disminuye pese a que aumente su precio.
Lo mismo ocurre con el gas y la electricidad, para los que existen subsidios que bajan el ingreso del Gobierno, dijo.
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